- Dr. Christian Isaac Hernández Martínez

- 25 jul
- 2 Min. de lectura
Las personas con diabetes o hipertensión que necesitan someterse a una cirugía requieren cuidados especiales. Estos padecimientos no impiden que una operación se realice con éxito, pero sí aumentan algunos riesgos si no se controlan adecuadamente antes, durante y después del procedimiento.
En este blog te explicamos de forma sencilla cuáles son los riesgos y qué cuidados son necesarios para lograr una recuperación sin complicaciones.

¿Por qué es importante tener precauciones especiales?
Tanto la diabetes como la hipertensión afectan el funcionamiento del cuerpo y su capacidad para sanar. En el caso de la diabetes, los niveles altos de glucosa dificultan la cicatrización y aumentan el riesgo de infecciones. Por otro lado, la hipertensión puede generar problemas durante la anestesia o provocar sangrados en el postoperatorio si no se mantiene bajo control.
Por eso, el cirujano y el equipo médico debe valorar estos factores antes de programar cualquier procedimiento quirúrgico.
Riesgos más comunes en pacientes con diabetes o hipertensión
Retraso en la cicatrización de heridas
Mayor riesgo de infecciones
Descompensación de glucosa o presión arterial durante la cirugía
Complicaciones cardiovasculares en el quirófano
Mayor tiempo de recuperación postoperatoria
Estos riesgos no significan que la cirugía sea peligrosa, sino que debe manejarse con cuidado, preparación y seguimiento especializado.
¿Qué cuidados deben seguirse?
Controlar la enfermedad antes de la cirugía
Es fundamental que el paciente tenga la diabetes o hipertensión bien controlada en los días previos. Esto puede implicar ajustar medicamentos o dieta, y realizar estudios preoperatorios específicos.
Comunicar todos los medicamentos que se toman
Algunos fármacos para controlar la glucosa o la presión pueden interferir con la anestesia o los medicamentos quirúrgicos. El médico ajustará la dosis o hará cambios temporales si es necesario.
Monitoreo durante la cirugía
Durante el procedimiento, se monitorean los niveles de glucosa y presión en todo momento para evitar descompensaciones. Esto reduce riesgos y permite actuar de inmediato ante cualquier cambio.
Seguimiento cercano después de la cirugía
Tras la operación, el control de glucosa o presión debe continuar de forma estricta. También es importante cuidar la herida quirúrgica, seguir la dieta recomendada y asistir a las revisiones médicas.
Conclusión
Tener diabetes o hipertensión no significa que no puedas operarte. Significa que se necesita una evaluación y preparación más detallada para que todo salga bien. Con un especialista experimentado y el seguimiento adecuado, es posible tener una cirugía exitosa y una recuperación segura.
Si padeces alguna de estas condiciones y necesitas cirugía, te recomendamos acudir con el Dr. Christian Isaac Hernández Martínez, especialista en cirugía general. Quien te guiará en todo el proceso con profesionalismo y atención personalizada.








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